EL TIPO DE LECHE ARTIFICIAL INFLUIRIA EN EL PESO DEL BEBÉ

(EuropaPress) La ganancia de peso de los bebés que se alimentan con leche artificial está influida por el tipo de leche que toman, según un estudio del Centro de los Sentidos Químicos Monell en Filadelfia (Estados Unidos) que se publica en la edición digital de la revista Pediatrics. Los descubrimientos tienen implicaciones asociadas con el riesgo infantil del desarrollo de obesidad, diabetes y otras enfermedades.

Según explica Julie Mennella, responsable del estudio, "los episodios iniciales de la vida tienen consecuencias a largo plazo sobre la salud y una de las influencias más significativas es la tasa de crecimiento temprano. Sabemos que los bebés alimentados con leche artificial ganan más peso que los que toman leche materna. Pero no sabíamos si esto era así en el caso de todos los tipos de leche artificial".

Aunque la mayoría de leches infantiles se basan en la leche de la vaca, existen otras opciones que incluyen la soja o las proteínas hidrolizadas. Las fórmulas con proteínas hidrolizadas contienen proteínas predigeridas y se suelen proporcionar a los bebés que no toleran las proteínas intactas de otras fórmulas.

En los adultos, se cree que las proteínas predigeridas actúan en el intestino para iniciar el final de una comida, conduciendo así a comidas más reducidas y un consumo de menos calorías.

Basándose en esto, los autores plantearon que los bebés que se alimentaban con fórmulas hidrolizadas comerían menos y tendrían un patrón de crecimiento alterado en relación con los bebés alimentados con leches basadas en las proteínas de la vaca.

En el estudio, los bebés de padres que alimentaban a sus hijos con leche artificial fueron asignados de forma aleatoria a las dos semanas de edad a una alimentación con una fórmula basada en la leche de la vaca o a una fórmula basada en proteínas hidrolizadas durante siete meses.

Los dos tipos de leche contenían la misma cantidad de calorías, pero la fórmula hidrolizada tenía más proteína, incluyendo mayores cantidades de péptidos pequeños y aminoácidos libres. Los bebés fueron pesados una vez al mes y se les grabó en vídeo tomando la fórmula asignada.

A lo largo de los siete meses del estudio, los bebés que tomaban la leche hidrolizada ganaron peso a una tasa más baja que los alimentados con la leche basada en la leche de vaca. El crecimiento lineal no fue distinto en los dos grupos, lo que demuestra que las diferencias en el crecimiento eran atribuibles al peso.

"Todas las fórmulas no son iguales, estas dos fórmulas tienen la misma cantidad de calorías pero difieren considerablemente en los términos de cómo influyen en el crecimiento infantil", señala Mennella.

Cuando los datos se compararon con las normas nacionales estadounidenses para los bebés alimentados con leches artificiales, la tasa de ganancia de peso de los bebés que tomaban proteínas hidrolizadas era comparable con los estándares de leche materna; en contraste los niños alimentados con fórmulas basadas en leche de vaca ganaron peso a una tasa superior que los alimentados con leche materna.

Los análisis de las grabaciones de laboratorio revelaron que los bebés alimentados con proteínas hidrolizadas consumían menos cantidad durante la comida.

"Una de las razones por las que los bebés que tomaban proteínas hidrolizadas tenían patrones de crecimiento similares a los alimentados con leche materna es que consumían menos cantidad durante una toma en comparación con los que tomaban la fórmula basada en leche de vaca", explica Mennella.

Los autores señalan que estos descubrimientos subrayan la necesidad de comprender las influencias a largo plazo de la composición de la leche artificial infantil sobre la conducta de alimentación, crecimiento y salud metabólica.

Fuente: EuropaPress

EL BENEFICIO DE LOS SUPLEMENTOS CON VITAMINA "A"

(Reuters) Administrar cápsulas de vitamina A a niños pequeños en países pobres reduce un 24% el riesgo de morir, reveló un artículo de la Cochrane Review.

Los autores señalan que ninguna revisión de Cochrane se había ocupado antes del uso profiláctico de suplementos con vitamina A (SVA) en niños de entre seis meses y cinco años de edad.

Tras revisar varias bases de datos electrónicas, el equipo de Zulfiqar A. Bhutta, del Hospital Universitario Aga Khan, en Pakistán, identificó 43 ensayos aleatorios controlados o grupos de esos ensayos con un total de 215,633 niños sanos de entre seis y 59 meses de edad.

Los niños recibieron vitamina A sintética, placebo (pastilla sin efecto terapéutico) o cuidados habituales. Los ensayos se realizaron en India, Asia, África, América Latina y Australia.

Todos los estudios, salvo uno, habían utilizado dosis estandarizadas de hasta 100,000 unidades internacionales (UI) para los bebés y de hasta 200,000 UI para los niños de uno a cinco años.

La mortalidad por todas las causas, determinadas en 17 estudios sobre casi 195,000 participantes, demostró que el uso de vitamina A estuvo asociado con una razón de riesgo (RR) de 0.76 durante las 12-96 semanas de seguimiento a los sujetos del estudio.

Cuatro ensayos revelaron efectos separados en bebés de seis a 12 meses y niños de uno a cinco años, sin diferencias significativas entre los grupos. Y cinco ensayos que habían realizado el análisis según el género no mostraron diferencias significativas.

Siete estudios sobre casi 91,000 participantes relevaron la mortalidad asociada con la diarrea. En 48-104 semanas, la RR fue de 0.72.

En tanto, la RR para la incidencia de diarrea fue de 0.85 y para la rubeola fue de 0.50 en un promedio de 52 semanas.

Los resultados mostraron también reducciones significativas de las manchas de Bitot (placas blancas de células epiteliales queratinizadas presentes en el tejido conjuntivo) y ceguera nocturna.

No se observó un beneficio significativo en cuanto a la mortalidad por meningitis, rubeola o infecciones respiratorias bajas.

El equipo de Bhutta asegura que sus resultados son similares a los de una revisión publicada en 1993, y que “nuevos estudios (con suplementos de vitamina A) contra placebo no serían éticos”.

Mientras que los autores recomiendan el uso de vitamina A en menores de cinco años en zonas de riesgo de desarrollar deficiencia de vitamina A, se podría proporcionar una solución permanente a través de la fortificación alimentaria, los programas de distribución de alimentos y los desarrollos de horticultura.

Además, la inmunización generalizada contra la rubeola sería más efectiva que el uso de suplementos de vitamina A.


Los citomegalovirus pueden afectar al bebé en el útero materno

HAMBURGO (dpa) - Viven dormidos durante largo tiempo en el organismo y en principio no causan problemas a la mayoría de las personas, "pero para los bebés aún no nacidos, las personas que recibieron un trasplante de órganos o quienes tienen un sistema inmune debilitado, constituyen un gran peligro", explicó el profesor Wolfram Brune.

Junto con su equipo, Brune, del Instituto Heinrich Pette, el Instituto de Virología Experimental de Leibniz, en la ciudad alemana de Hamburgo, estudia estos virus, conocidos como citomegalovirus.

"El sistema inmune mantiene en general controlados a estos virus, pero nunca son eliminados por completo", indicó el experto. "Queremos determinar cómo logran evitar al sistema inmune".

Los citamegalovirus pertenecen a los herpesvirus, que entre otros causan herpes labial o varicela. Todos estos herpesvirus tienen en común que tras una primera infección se anidan en el cuerpo humano.

Así, los citomegalovirus (CMV) se alojan por ejemplo en los pulmones, el bazo, el hígado, las glándulas salivales y la médula ósea. Cuando infectan a una personas, atacan a los macrófagos, un tipo de células del sistema inmune que interviene cuando un agente patógeno ingresa al cuerpo.

"Se podría decir que se comen a los macrófagos y con frecuencia mueren". Este "comando suicidia" resulta perturbado por los citomegalovirus. Estos usan las células del sistema inmune para diseminarse por el cuerpo. Además, los CMV disminuyen la formación de sangre.

Brune descubrió, por ejemplo, que los citomegalovirus evitan la muerte celular de los macrófagos gracias a varias proteínas. El especialista intentó influir en la información genética de estas proteínas y, por lo tanto, también la del virus.

Algunos centros de investigaciones y también la industria trabajan para producir una vacuna, pero hasta que ésta esté disponible en los mercados pasarán todavía algunos años.

Las personas sanas prácticamente no tienen en general síntomas tras la primera infección. Entre ellos figuran "un cierto decaimiento, eventualmente se inflaman las amígdalas o algunos nódulos linfáticos, rara vez se agrandan el hígado y el bazo", indicó el médico.

El CMV se transmite por gotas de saliva, sangre así como el semen o el flujo vaginal. También aparece en la orina.

En especial los niños pequeños son una fuente de contagio, según explica la Cruz Verde para Salud (DGK) de Alemania. Cuando una embarazada entra por primera vez en contacto con el CMV, no posee anticuerpos que la puedan proteger a ella y al bebé no nacido.

"En alrededor de un 30 por ciento de los casos, el bebé está infectado tras el nacimiento. Y un diez por ciento de esos niños infectados sufren parcialmente graves daños, como una disminución auditiva, un retraso mental y un bazo o hígado muy agrandado", dijo Brune.

Las mujeres embarazadas pueden someterse a un análisis de sangre que determine si tienen o no anticuerpos contra el CMV.

"Si hay una infección de CMV los pacientes pueden ser tratados, dependiendo del caso, con inmunoglobulina", añadió Brune. Pero la eficacia no fue demostrada todavía de manera clara.

Otro grupo poblacional en riesgo son las personas que recibieron un trasplante de órgano. "Entre un 20 y un 30 por ciento de todos los trasplantados están infectados con el CMV tras la cirugía", dijo por su parte el profesor Björn Nashan, director de la Clínica de Cirugías Hepatobiliares y Cirugías de Trasplante de la Clínica Universitaria Hamburg-Eppendorf.

Por este motivo, antes de un trasplante se analiza el nivel de CMV tanto del receptor como del donante del órgano. Si el órgano que será trasplantado está infectado con el virus, los pacientes reciben preventivamente medicamentos antivirales.

Además, existen posibilidades en la elección de los preparados que deben evitar que el organismo rechace el órgano, los medicamentos inmunosupresores.

La cantidad y el tipo de estas sustancias influye en el nivel de riesgo de si los pacientes adquirirán el CMV o no. "En casos raros se puede producir una forma grave, en la que una y otra vez el cuerpo rechaza el órgano", indicó Nashan.

Fuente El Pais

AERÓBICOS EN EL EMBARAZO

Llevar a cabo una rutina de gimnasia aeróbica durante el embarazo ayudará a que las féminas disminuyan los dolores de espalda, , el estreñimiento, las molestias digestivas como la acidez estomacal, la indigestión y la hinchazón e inflamación de ciertas zonas del cuerpo (edemas).

Practicar actividad física, también es saludable debido a que aumenta el nivel de energía, modifica la postura, otorga mayor resistencia a los músculos y aumenta la capacidad para sobrellevar la labor de parto. Por su parte, está comprobado que el realizar actividad física durante este período ayuda a evitar la diabetes gestacional. Asimismo, colabora en el aumento del bienestar psicológico, reduciendo la ansiedad, la depresión y el insomnio, creando a su vez hábitos de vida saludables.

En la página babysitio.com señala que los ejercicios más cómodos son aquellos que no requieren que el cuerpo sostenga peso adicional. Nadar y pedalear en bicicleta fija son ejercicios propicios para continuar a través del embarazo. Otros como caminar y hacer rutinas aeróbicas de bajo impacto, usualmente son bien tolerados. Los que sí se debe evitar son los deportes de contacto que se practican sobre superficies duras, los que aumentan la presión abdominal o exigen un excesivo trabajo de la musculatura perteneciente a la zona del vientre. Todas las actividades que involucren grandes cambios de presión o estrés físico profundo, como el buceo y el triatlón, deben evitarse en todo momento del embarazo.

Desde Prensa Libre

LA POLEMICA QUE CAUSA LOS BEBÉS REBORN

¿Alguna vez soñó con tener una muñeca que pareciera una bebita de verdad? Para algunas personas el sueño se convirtió en realidad gracias a los reborn dolls.
Cuidadosamente construidos en vinilo, los bebés renacidos o reborn dolls son muñecos hechos a mano con un desconcertante y controvertido parecido a verdaderos infantes, populares entre los coleccionistas pero también entre abuelos nostálgicos, personas que no pueden tener niños y padres afligidos por la mayor pérdida que un ser humano puede experimentar: la de un hijo.

La carita y el cuerpo están cuidadosamente maquillados con varias capas de pinturas especiales que brindan un aspecto tan real que hasta asusta. Tienen pestañas y cabello fabricados con la suavísima lana de angora.

Los muñecos tienen un peso similar al de los bebes recién nacidos y al alzarlos uno tiene la sensación de llevar en brazos a uno de carne y hueso. Inclusive algunos incluyen mecanismos que hacen que su pecho se mueva semejando los latidos del corazón de un bebé.

Algunos reborn babies son réplicas de un verdadero ser humano, cuya fabricación es inspirada en fotografías aportadas por los clientes. De ahí el nombre de renacer.

La polémica se desata porque muchos de estos clientes son mujeres que han perdido un hijo y que de alguna manera intentan plasmar en estos muñecos lo que perdieron, pero para otras personas es macabro intentar suplantar a un bebé perdido por una muñeca.

Hay quienes ven estos muñecos con desagrado porque los comparan con bebés muertos. Lo que no se puede negar de modo alguno es el arte desplegado a la hora de crearlos, porque es tal la similitud de lo falso con lo real, que a lo lejos uno puede llegar a confundirse.

En julio del 2008, un policía en Queensland, Australia, rompió la ventana de un coche para rescatar un muñeco, pensando que se trataba de un bebé inconsciente. El efectivo policial declaró que este parecía increíblemente real y que los transeúntes se asustaron pensando que verdaderamente se trataba de un bebé atrapado en un auto cerrado.

El proceso de compra de un reborn se intenta hacer de modo que parezca una adopción simulada, en lugar de la venta de un producto, producto que por cierto puede llegar a costar miles de dólares. Por tal razón, los muñecos suelen venir con certificados de nacimiento falsos o certificados de adopción.

La mayoría de los compradores suelen tratar a estos objetos inanimados que son una verdadera obra de arte, como si fueran personitas reales, llevándolos a pasear y abrazándolos cual si de seres humanos se tratara. Algunos se preguntan si este es un comportamiento saludable. Lo importante sería establecer si son muñecos terapéuticos que ayudan a sobrellevar una vida en soledad.

¿Hasta qué punto un muñeco de estas características puede ayudar a aliviar el dolor de perder un hijo o aplacar la nostalgia de abrazar a un bebé cuando los hijos ya son adultos y se desencadena el síndrome del nido vacío?

Por otro lado, cabe preguntarse si algún día –con el avance de la tecnología- se llegará a suplantar a nenes de carne y hueso por robots que simulen un bebe al cual se pueda abrazar y cuidar pero que no genere preocupaciones relacionadas con la salud, la alimentación, malas noches, etc. Bebés que pueden ser dejados solos en casa porque no requieren niñeras, que no despiertan en las madrugadas con sus llantos y que nunca crecen y permanecen tiernos por siempre. He ahí el debate...

Autor: Karla de Rojas Guedes

INFECCION DE OIDO EN BEBÉS PODRIA SER CAUSADA POR LA CONTAMINACION

Los estudios revelaron que los bebés que viven en zonas con índices altos de contaminación pueden desarrollar más infecciones del oído.

Encima de los problemas pulmonares que la contaminación genera en los niños pequeños y los bebés principalmente, un equipo de investigadores canadienses asentó que aquellos bebés que viven en zonas contaminadas tienen un porcentaje mayor de desarrollar infecciones de oído respecto a aquellos que viven en zonas menos contaminadas.

Para el estudio, publicado en la revista Epidemiology, se estudiaron a más de 45 mil niños que tenían o habían tenido infecciones en el oído durante los últimos dos años fueron analizados por el equipo de investigadores.

De igual manera, analizaron los niveles oficiales de calidad de aire, y los compararon con los niveles de exposición de los niños unos meses antes de la infección.

No obstante, fue necesario conocer los mecanismos que generan la infección a partir de la contaminación, para concluir que ésta es responsable de las infecciones de los bebés.

Uno de los mecanismos pudo ser que la contaminación dispara la inflamación de las vías aéreas.

Las sustancias más contaminantes, de acuerdo con los análisis, fueron el óxido nítrico, expulsado por los automóviles; la materia particulada, que son materias finas que son expulsadas tanto por los automóviles como por las industrias; y el humo de madera quemada.
(Con información de MedlinePlus)

Según Sumedico

ENURESIS INFANTIL Y TRATAMIENTOS

Aproximadamente entre el 15 y el 20 por ciento de los niños de 5 años de edad moja la cama por la noche. Este trastorno, conocido como enuresis, es un problema frecuente e infradiagnosticado y afecta al doble de niños que de niñas, quizá por "una maduración más tardía", según ha explicado a Europa Press la pediatra Isabel Úbeda Sansano.

Al respecto, ha señalado que aunque el problema "tiende a resolverse espontáneamente" y su prevalencia decrece con la edad en los niños que mojan la cama más de 3 veces por semana o en los mayores de 10 años "difícilmente se soluciona el problema sin tratamiento". Por ello, ha aconsejado acudir al pediatra para consultar cuál es la mejor medida terapéutica ya que este trastorno "suele tener repercusiones psicológicas, escolares y sociales negativas tanto para el paciente como para su familia".

Así, en los niños estos escapes involuntarios de orina causan "ansiedad, merma su autoestima y compromete su estabilidad emocional". Además, la enuresis interfiere en el desempeño social tanto de la familia como del niño, que llega incluso a no querer ir a campamentos o dormir fuera de casa.

De hecho, esta experta, que intervino en un taller sobre este tema en la última reunión anual de la Asociación Española de Pediatría que se celebró en Valencia a finales de noviembre, constata que cuando acuden a la consulta los niños están "muy avergonzados". "No quieren hablar del tema, ni siquiera que los padres lo consulten", ha señalado.

No obstante, aconseja a los padres que, en estas situaciones, "nunca riñan a los hijos ni les pongan ningún castigo" porque puede "tener efectos contraproducentes". Por contra, "deben quitarle importancia", que digan a los niños que "no se preocupen, que se va a solucionar", "decirles que es algo normal que les pasa a otros compañeros de clase aunque no lo digan".

TRATAMIENTOS

Entre los tratamientos, ha explicado que probablemente el más efectivo sea la alarma. Se trata de un dispositivo que se coloca junto a las braguitas o slips que pita, vibra o emite alguna luz al detectar la salida de las primeras gotas de orina mientras el niño duerme.

De este modo, "sea crea un reflejo condicionado y a la larga antes de emitir las primeras gotitas el niño se despierta y va al baño". Sin embargo, pese a que se trata del método con mayores tasas de curación es el "más lento", dura unos 3 meses. Además, se requiere de la colaboración de la familia.

Por otro lado existe también el tratamiento farmacológico con desmopresina, un medicamento que aumenta la reabsorción de líquido de los riñones de modo que disminuye la cantidad de orina que se le escapa el niño y evita que moje la cama. Este tratamiento suele ser "más rápido, en un mes o dos, lo que no quiere decir que se suspenda y ya estén curados".

De hecho, ha evidenciado que la mayoría de las veces se precisan varios meses hasta solucionar la enuresis y que no es raro que existan recaídas que exijan nuevos ciclos o cambios en el tratamiento. Por todo ello, ha comentado que son los pediatras quienes deben poner un tratamiento individualizado a cada niño, del que hacen un seguimiento cada 15 días

USAR ANTIEPILÉPTICOS DURANTE LA LACTANCIA NO AFECTARIA AL BEBÉ

Un nuevo estudio pequeño contradice la idea de que la lactancia materna mientras la mujer toma antiepilépticos puede alterar el desarrollo cognitivo del bebé.

La mayoría de los hijos de mujeres con epilepsia habrá estado expuesto a un antiepiléptico durante la gestación, ya que casi todas las embarazadas epilépticas necesitan esos fármacos para controlar las convulsiones.

Pero, ¿las madres deberían exponerlos aún más después del parto a través de la lactancia?
El nuevo estudio, publicado en la revista Neurology, ofrece alguna respuesta a las nuevas madres con epilepsia que quieren amamantar a sus bebés.

Pero los autores advierten que el estudio es un primer paso hacia la comprensión de las interacciones entre la lactancia, los antiepilépticos y el desarrollo cerebral de los niños.

Por ahora, los padres deben seguir evaluando los beneficios de la lactancia (menos riesgo de infecciones precoces, eccema, asma y síndrome de muerte súbita del lactante) contra los riesgos teóricos de exponer a sus bebés a los antiepilépticos a través de la leche materna. Y el estudio ofrece más información para tomar esa decisión.

El equipo siguió a 199 niños de Estados Unidos y el Reino Unido; sus madres tomaron uno de cuatro remedios antiepilépticos durante y después del embarazo. Los fármacos eran valproato (Depakine, Epilim), carbamazepina (Carbatrol, Tegretol), lamotrigina (Lamictal) y fenitoína (Dilantin).

El 42 por ciento de los niños había recibido lactancia materna (entre los 3 meses y los 2 años, pero en general durante seis meses).

A los 3 años, según test cognitivos estandarizados, los niños no tenían signos de que la exposición a los antiepilépticos a través de la lactancia hubiese dañado su coeficiente intelectual (CI).

El CI promedio en ese grupo de bebés fue de 99, comparado con 98 en el grupo alimentado con mamadera. Ninguno de los fármacos estuvo asociado con un posible efecto en el CI, aunque la cantidad de niños expuestos a cada fármaco fue reducida.

"Definitivamente, esto tranquiliza a los padres", dijo el doctor Steven V. Pacia, director del Centro de Epilepsia del Hospital Lenox Hill en Nueva York.

Aun así, Pacia, que no participó del estudio, aclaró que esta investigación es apenas "un buen primer paso" porque las mujeres estudiadas tomaban sólo cuatro de los tantos tipos de medicamentos disponibles para tratar la epilepsia.

Esos fármacos varían en cuanto a la cantidad que pasa a la leche materna y en cómo lo metaboliza el bebé. De modo que, para Pacia, es posible que cada medicina, cuando pasa al bebé a través de la leche materna, tenga distintos efectos en el desarrollo cognitivo del pequeño.

El doctor Kimford J. Meador, autor principal del estudio y profesor de neurología de la Escuela de Medicina de la Emory University de Atlanta, coincidió en que los resultados son un paso inicial para tranquilizar a los padres.

Además, consideró que sería útil que los próximos estudios analicen muestras de leche materna y de sangre de los bebés para determinar qué cantidad del fármaco materno pasa al amamantarlo.

Las guías de la Academia Estadounidense de Neurología y de la Sociedad Estadounidense de Epilepsia sugieren que durante el embarazo, las mujeres sólo usan un antiepiléptico cuando es necesario, y en la dosis más baja posible, para reducir las posibilidades de que el bebé desarrolle malformaciones congénitas.

En especial, se les aconseja a las mujeres evitar el valproato en el embarazo cuando sea posible. El fenobarbital (Luminal) y la fenitoína tampoco deberían usarse en el embarazo.

Pero en el nuevo estudio, la lactancia durante el consumo de valproato no estuvo asociada con ningún efecto en el CI de los bebés. Meador planteó que la lactancia materna expondría a los bebés a dosis muy bajas de los medicamentos, comparado con la cantidad que cruza la placenta en el embarazo.

Por Amy Norton

Según Publico.es

EMBARAZADAS CON DIABETES O SOBREPESO PODRIAN TENER BEBES CON PROBLEMAS RENALES

Los niños con enfermedad renal crónica (ERC) son más propensos a tener madres que estaban obesas o tenían diabetes durante el embarazo, según un estudio de la Universidad de Washington en Seattle que se ha hecho público durante la reunión y exposición anual de la Sociedad Americana de Nefrología que se celebra en Denver (Estados Unidos).

Este estudio incluyó a más de 4.000 pacientes con ERC infantil, diagnosticada a los 21 años o antes, en el estado de Washington. Estos pacientes fueron comparados con más de 20.000 niños sanos para evaluar las posibles relaciones entre una mujer embarazada que tiene diabetes, obesidad o sobrepeso, y el riesgo de que su bebé desarrolle ERC en algún momento de su infancia, niñez o adolescencia.

La tasa global de ERC en la niñez era de aproximadamente un 0,26 por ciento, alrededor de un caso por cada 400 nacimientos. Cuando los investigadores ajustaron la duración de gestación, el riesgo de ERC era un 69 por ciento superior en los niños cuyas madres tenían diabetes antes del embarazo. En el caso de los niños cuyas madres desarrollaron la diabetes durante el embarazo existía un 28 por ciento más de riesgo de ERC. Los niños de madres obesas demostraron un aumento del 22 por ciento en el riesgo de ERC.

El riesgo de bloqueo urinario, que puede conducir a ERC, era un 34 por ciento mayor en los niños de madres que tuvieron diabetes gestacional, un 23 por ciento en los niños de madres obesas y un 21 por ciento en aquellas con sobrepeso.

En los adultos, la ERC a menudo está relacionada con condiciones médicas como la diabetes y la hipertensión. Sin embargo, según señala Christine W. Hsu, responsable del estudio, "el desarrollo de ERC en la niñez podría estar programado antes del nacimiento". Existen pocos estudios que hayan examinado los posibles factores de riesgo del desarrollo de la ERC antes de la vida adulta.

Los investigadores explican que estudios previos han mostrado que la diabetes maternal está asociada con un mayor riesgo de anomalías congénitas, aunque un control estricto del trastorno lleva a que la tasa en el desarrollo de estas anomalías sea igual a la de las madres no diabéticas.

Los nuevos resultados plantean la posibilidad de que un control más estricto de la diabetes y del control del peso durante el embarazo puedan disminuir el riesgo de los niños de desarrollar ERC

Via: Europapress

SER MAMÁ DESPUES DE LOS 45 AÑOS SERIA RIESGOSO

Las mujeres que quedan embarazadas después de los 45 años corren alto riesgo de sufrir complicaciones, al igual que sus bebés, advirtió un equipo de investigadores de Israel.

Por ejemplo, son tres veces más propensas que las mujeres más jóvenes a desarrollar diabetes e hipertensión durante el embarazo, publicó el equipo en American Journal of Obstetrics & Gynecology.

En las mujeres mayores es más alta la tasa de parto prematuro y de placenta previa (que obstruye el canal de parto).

"A mayor edad, menos individuos (sanos). Y menos mujeres sanas tienen riesgo más altos en el embarazo", dijo a Reuters Health el doctor Maximilian Franz, de la Universidad Médica de Viena, que no particip del estudio.

Cada vez más mujeres retrasan la maternidad y los expertos se preguntan con qué consecuencias para la madre o el bebé. La mayoría de los estudios disponibles se concentraron en las mayores de 35, pero no de 40 años.

El equipo de Yariv Yogev, de la Universidad de Tel Aviv, analizó los resultados del embarazo en mujeres de distintas edades atendidas en un hospital local entre el 2000 y el 2008.

De las 80.000 mujeres que tuvieron un bebé en ese período, 177 (el 0,2 por ciento) tenían 45 años o más. La mayoría había concebido con óvulo de donante y el 80 por ciento tuvo el parto por cesárea, lo que equivale al doble de la tasa general.

Al comparar a las madres mayores con las menores de 44 años, el equipo halló que el 17 por ciento y el 6 por ciento, respectivamente, había desarrollado diabetes gestacional.

El 9 por ciento de las madres mayores había tenido hipertensión en el embarazo, lo que suele afectar al 3 por ciento de las embarazadas.

El 6 por ciento había tenido placenta previa, una cifra 6 veces mayor que la tasa general.

La edad avanzada también acortó los embarazos. Más de una de cada cinco madres mayores tuvo a su bebé antes de la semana 37 de gestación (un embarazo normal dura 40 semanas), a diferencia de una de cada 10 de todas las mujeres.

Además, las madres mayores fueron más propensas a tener fiebre y hemorragias graves posparto. Ellas y sus bebés necesitaron una hospitalizacin más prolongada y fue más común la internación de los bebés en terapia intensiva pediátrica.

El 4 por ciento de los recién nacidos de mamás mayores de 45 años desarrolló problemas metabólicos, como bajo nivel de azúcar en sangre, comparado con menos del 2 por ciento de los bebés de las mujeres de todas las edades.

El riesgo de sufrir complicaciones y de tener un parto prematuro aumentó aún más en las 27 mujeres que tuvieron un hijo a los 50 años o más.

Por Alison McCook

Fuente: Publico

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