Entonces, de repente, llegan los papás y le dicen que hay que empezar a hacer en el baño, lo cual implica para el nene renunciar al placer que le generaba hacerse en el pañal. Y ¿por qué renunciar a ese placer? Lo hacen para sentirse amados y aceptados por sus papás y sus familiares, lo que implica cumplir con sus expectativas y, así, ir apropiándose de las costumbres de su familia y su comunidad.
Para escribir este artículo tomo como guía a la Lic. Alejandra Libenson que escribe sobre este tema en su libro “Criando hijos, creando personas”
Cuando están listos para controlar esfínteres
El nene tiene que estar preparado físicamente y emocionalmente para poder hacerlo y esto se logra a partir de los dos años. Entre los dos y los tres años se lleva a cabo el proceso de aprendizaje aunque a algunos nenes puede llevarles un poco más de tiempo.
Las escapadas eventuales de noche o de día son normales hasta los seis años. Puede suceder que al principio se olviden de avisar, sobre todo si están entretenidos con algo. Es común que una vez que adquirieron el control aparezcan regresiones, por ejemplo cuando nace un hermanito, frente a una mudanza o frente a problemas familiares puede pasar que se vuelva a hacer pis. Las idas y vueltas son normales y esperables, ya que el control de esfínteres es un proceso cultural que lleva tiempo, no es de un día para el otro y exige mucha paciencia y tolerancia por parte de los papás.
Los chicos suelen controlar primero el pis y luego la "Pufis" y primero de día y luego de noche.
Etapas por las que atraviesan
Como dice Alejandra Libenson:
1° hacerse pis y pufis sin mostrar interés por el control
2° avisar que se hizo cuando ya está sucio
3° avisar mientras está haciendo
4° Tener ganas, avisar y llegar a tiempo al baño sin que se le escape. Lo cual implica poder esperar. (Aprender a retener y expulsar teniendo registro y control de ello).
Cómo ayudarlos
Invitarlos a conocer los objetos que comenzará a usar: pañal que se baja, pélela, adaptador de inodoro, inodoro.
Sugerirles que avisen cuando tengan ganas y acompañarlos al baño para ver si sale y si no sale decirle que no se preocupe que ya lo va a lograr.
Tratar de no apurarlos ni poner expectativas demasiado altas sobre ellos, tener en cuenta sus tiempos y necesidades. Si le sacamos el pañal demasiado pronto, el nene hace grandes esfuerzos por aprender a controlar y entonces suelen aparecer regresiones: el pis se escapa, pueden aparecer constipaciones, miedos a ir al baño, etc.
Lo importante es ir interpretando las señales que nos dan los chicos para orientar nuestras acciones y poder acompañarlos. Tiene que aparecer en los nenes el deseo de probar solos y poder expresarlo. Si dice pis o "pufis" no quiere decir necesariamente que ya controla. Al principio dicen estas palabras porque las empiezan a reconocer, luego pueden decirlas porque se hicieron y finalmente porque quieren hacer. Un buen indicador para sacar el pañal de noche es cuando la cama o el pañal ya no aparece mojada.
Cuándo consultar
Si observamos en los chicos que aparece mucho miedo, angustia, constipaciones, dolores de panza, que aguanta varios dias hasta que se hace encima o tiene dificultades para controlar el pis o la pufis luego del período esperable para hacerlo, es conveniente hacer una consulta al pediatra.
Fuente: Lic. M.Paula Gerardi (http://orientacionapadres.com/)