EN CADA ETAPA TU BEBÉ TE SORPRENDERÁ CON LAS COSAS QUE PUEDE HACER
Abre sus ojitos y sonríe. Después no hay quien le consuele el llanto. Empieza a balbucear y cuando menos piensas te dice adiós para ir al jardín de niños. Tu bebé creció en un abrir y cerrar de ojos. Cada paso, sonrisa, cada momento se quedará en tu corazón como uno de los recuerdos más valiosos de tu vida. Pero lejos de todo este velo de ternura que envuelve la llegada de un bebé a la familia, es importante que como mamá estés atenta a su desarrollo para detectar cualquier problema que al final pueda afectar su interacción con otros niños o bien su nivel de aprendizaje.
Para el pediatra José Manuel Velasco, las mamás pueden realizar un sencillo autodiagnóstico de su hijo que les permita asegurarse que su bebe tiene un desarrollo adecuado.
El especialista dice que el desarrollo psicomotriz le permitirá a la mamá realizar una evaluación sobre su inteligencia, psicología y conducta. Comenta que este desarrollo se da de la cabeza a los pies “lo que se conoce como céfalo caudal”. Es así que primero el pequeño fijará la mirada, después sostendrá el cuello y finalmente se podrá sostener de pie.
Dormilones y llorones
Al nacer el bebé dormirá prácticamente todo el día y sólo despertará para cubrir sus necesidades. En esta etapa el pequeño está tratando de entender su nueva realidad lejos del vientre de su madre. Sólo la alimentación y la cercanía de su mamá lo harán sentir a salvo.
A las seis semanas, que es cuando se da la recuperación física de la mayoría de las mamás, los bebés ya sonríen cuando se les habla y seguirán con la vista los objetos.
Para el doctor esta etapa es fundamental ya que existen tres factores que afectan el desarrollo del pequeño: uno es la herencia, el segundo es el ambiente y el tercero son las infecciones que pueda contraer. “Vemos que hay niños que hablan antes que otros, que son más llorones, otros dormilones, pero todo esto es normal, sin embargo, se debe estar al pendiente de cualquier fiebre que pueda ser el síntoma de una infección, como la meningitis, que sí afecta el desarrollo psicomotor”.
Además mencionó que la contaminación de metales pesados también puede dañar la inteligencia del recién nacido, por ejemplo “la presencia de plomo en la sangre afecta directamente el coeficiente intelectual de los pequeños a cualquier edad”.
Pequeños cantadores
A partir de los tres meses, el pequeño ya sonreirá espontáneamente, tendrá completamente su cabeza sostenida y tomará todos los objetos que le pongan enfrente “lo más importante de esta etapa es que empezará a vocalizar, emitirá sonidos como aaaa, bububu, eeee”.
De los cuatro a los seis meses el pequeño será capaz de sentarse con apoyo, girar sobre su eje, pasarse objetos entre sus manos, balbucear con sus juguetes, y su canto se vuelve más intenso. En esta linda época también empieza a tener más hambre, la leche que le proporciona su mamá ya no es suficiente y empieza a probar los alimentos.
Los más simpáticos
A todas las edades los niños son muy simpáticos, pero en ésta en particular, los niños se vuelven los más queridos y aclamados por sus padres y familiares. A los nueve meses el bebé se sienta sólo, gatea, logra pararse sostenido de la cuna y dice mamá, papá, teté. Dicen adiós con su manita, señalan objetos y empiezan a sociabilizar más con otros pequeños. En el caso de los niños de mamás trabajadoras, la guardería estimula en mayor grado la interacción con otros pequeños. Sin embargo, los estímulos que más efecto tienen son las caricias de su mamá, sus pláticas y sus atenciones porque todo eso les da seguridad a los pequeños en cualquier ambiente.
Al cumplir el año, los pequeños ya ayudan a vestirse, dicen más palabras y caminan con ayuda.
Al año seis meses los pequeños ya caminan solos, suben escaleras con ayuda y comienzan a pelear porque ya no quieren que se les de comer en la boca. Dicen al menos diez palabras diferentes y se vuelven más simpáticos aún.
Activos y preguntones
“No hay más, a los dos años los niños corren y no hay quien los detenga. Si no lo hacen lo más seguro es que tengan algún problema”. Generalmente a ésta edad ya suben las escaleras solos, se visten sin ayuda y avisan sobre sus necesidades
A los tres años, utilizan los plurales, juegan en el triciclo. “Y el dolor de cabeza para algunas mamás es que preguntan todo, pero no hay que desesperarse porque esto es un buen signo”.
A sus cuatro años tu bebé ya lanza una pelota, le gusta saltar en un solo pie, si le das una hoja sabe copiar una cruz y distingue aunque sea un color.
Finalmente al cumplir sus cinco años, además de que ya te dice adiós para ir al Jardín de Niños, tu pequeño ya atrapa un balón con sus manos, distingue los colores, come, se viste y desviste sin tu ayuda.
Sin embargo, el pediatra Manuel Velasco recomienda acudir de inmediato con un especialista si tu bebé no está acorde al autodiagnóstico.
Para terminar el especialista sugiere a las mamás jugar con sus hijos, cantarles, acariciarlos y ponerlos a escuchar música clásica, especialmente a Mozart y Clásico Barroco.
Por: Socorro Muñoz Via
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