Criar de acuerdo a la personalidad de los hijos es mucho mejor
El rol del papá
El amor de una madre protege de los efectos nocivos de la mala salud en la pobreza
OCHO CLAVES PARA QUE UN NIÑO SEA FELIZ
COMO CRIAR HIJOS AJENOS
Tradicionalmente la palabra 'madrastra' ha sido sinónimo de maldad. Algunos cuentos infantiles, como La Cenicienta o Blancanieves, han alimentado la idea de que son una especie de brujas, hasta el punto de que en el imaginario común se asocia a estas mujeres con personas manipuladoras y egoístas, que les hacen la vida imposible a sus hijastros.
Algo mejor que cualquier programa educativo de TV para niños
Los niños no lograron aprender nuevas palabras con un DVD de Baby Einstein pensado precisamente para eso. Aquellos que pasaron ese tiempo interactuando con padres y hermanos desarrollaron más su vocabulario.
MADRE Y PADRE A LA VEZ
Los seres humanos tenemos capacidades que se van desarrollando y fortaleciendo a lo largo de la vida, una de ellas es hacerse cargo de los hijos junto con la pareja para proporcionarles óptima educación y apoyo, lo cual tiene alto grado de complejidad. ¿Qué sucede cuando esta obligación recae solamente en los hombros de las féminas, debido a que el compañero se desentendió de su paternidad?
Lo anterior es común en mujeres adolescentes, quienes tienen que suspender sus estudios y salir a trabajar para encargarse de la manutención de su vástago. Por ello, no es de extrañar que las mamás en estas condiciones vivan extenuadas, llenas de ansiedad y nerviosas y que, por eso mismo, gocen de muy poca disponibilidad física y emocional para atender a un hijo sediento de su compañía y atención. Este problema puede atenuarse cuando la joven cuenta con el apoyo de sus padres y hermanos, pues de alguna manera se constituye un núcleo familiar en torno al pequeño.
Cabe destacar que durante la infancia todos los niños se benefician del contacto con un modelo paterno respetable, racional y benévolo, aunque éste no sea necesariamente el padre biológico. En el caso del varón dicha imagen es especialmente importante en el momento de aprender a formar el concepto de autoridad, configurar la identidad masculina y forjar las cualidades que él mismo tendrá como futuro padre.
Lo anterior se construye en la mente de los infantes mediante los atributos de otros hombres importantes en su niñez y de cualidades paternales idealizadas, es decir, que aun y cuando las madres no tengan un compañero, para el chico siempre existirá un padre aunque éste sea tan solo una fantasía.
Ante los niños sin padre se alza un mundo colmado de retos y amenazas, aunque no por ello las mujeres que educan solas a sus hijos estén destinadas a tener niños con problemas. Muchas guían adecuadamente a sus pequeños, quienes llegan a convertirse en adultos sanos y competentes, sobre todo si disfrutaron de buena relación con ellas.
También son cada vez más frecuentes las mujeres que deciden engendrar y responsabilizarse de un hijo en solitario, en consecuencia, los niños de estas féminas tendrán pocas vivencias de un hogar formalmente constituido. En estos casos se añaden, a mediano y largo plazo, las dificultades para crear y desarrollar un vínculo madre-hijo suficientemente estable para asegurar la crianza, y las familias de origen, especialmente los abuelos, tienen un papel relevante a la hora de posibilitar la progresiva instauración del lazo afectivo.
Es muy importante que a los jóvenes se les proporcione orientación adecuada acerca de los riesgos de tener relaciones sexuales sin protección, pues además de tener la posibilidad de adquirir enfermedades pueden traer al mundo hijos no deseados; asimismo, debe destacarse la importancia del "rol" masculino y femenino en el desarrollo de un niño.
Por otra parte, también hay que considerar que las familias en las que la mamá es la cabeza no siempre tienen que calificarse como incompletas, pues hay que considerar que el papel de la mujer actual se caracteriza por ser más independiente y competente. Además, si las féminas poseen la madurez emocional suficiente no tienen porqué sufrir complicaciones; ellas pueden continuar la marcha aunque sobre sus hombros lleven el peso de ser madre y padre a la vez.
Gonzalo De Garay
Fuente: http://www.saludymedicinas.com.mx/Nota.asp?ID=337&IDC=
No Sobreprotegas a tus Hijos
Ahora que los padres de familia habían estado más empeñados que nunca en evitarles sufrimientos. ¿Por qué la contradicción? “Porque los padres de familia de las últimas generaciones le hemos apostado, como nunca, a la sobreprotección, a un mínimo de expectativas respecto a los hijos y a sumergirlos en un ‘mundo perfecto’, lo cual ha afectado en su forma de desenvolverse ante la vida”, responde Alfonso Salazar, psicólogo infantil.
Ciertamente la sobreprotección conlleva las mejores intenciones, pero al sobreproteger, destruimos los incentivos de los niños para progresar de manera autónoma, ellos se quedan sin la oportunidad de descubrir y probar sus propias capacidades, y su autoestima se puede ver dañada, ya que a un niño sobreprotegido se le dificulta percibir su propio valor.
Por otra parte, afecta la naturaleza y fluidez de las emociones. En circunstancias normales, un pequeño que se enfrenta a una limitación propia, por ejemplo a no poder atarse los zapatos, se desespera, se siente contrariado o frustrado y descarga tales emociones a través del llanto o los berrinches. Pero, como cosa natural, después intenta resolver el problema y superar dicha limitación.
Nuestra función como padres
¿Cómo sería, entonces, un método de crianza adecuado? “Nuestra función es guiar por medio de reacciones”, propone el psicólogo Salazar. “¿Cómo va un niño a saber que necesita esforzarse más, si sus padres le festejan cualquier movimiento, por más insignificante que sea? ¿Cómo va a darse cuenta de su mal comportamiento, si se abstienen de llamarle la atención? ¿Cómo va a adquirir habilidades para su vida cotidiana, si en su casa le hacen todo? Es necesario que seamos realistas y honestos con los niños, un censor para su comportamiento”, puntualiza.
“Desde los 18 meses, los niños muestran su impulso natural a la autonomía, al querer comer solos o al pretender alcanzar algo por ellos mismos. Es lamentable que los adultos sobreprotectores arrasen con ese impulso, al reprimir todo esfuerzo infantil con actitudes represivas tales como: ‘te vas a manchar’, ‘te vas a caer’, ‘lo vas a tirar’, ‘quítate, déjame hacerlo a mí’, o bien, con adulaciones que sólo disfrazan la realidad”, sostiene Salazar.
Los niños que aprenden a buscar soluciones por sí mismos tienen una autoestima más elevada, respetan y quieren más a sus padres, se sienten más seguros de sus decisiones, tienen un carácter más fuerte para superar las adversidades, se vuelven más hábiles para resolver problemas, son más creativos y gozan de la dicha incomparable de ser ellos mismos.
Por todas estas razones, es valioso considerar que uno de las mejores aportaciones que podemos proporcionarle a los hijos, es la oportunidad de descubrir todo aquello de lo que son capaces de lograr, pero sin dejar de lado que también son sujetos a equivocarse y a aprender de sus errores. ¡Vale la pena, brindarles siempre el voto de confianza!
Flor Angélica Fernández/Fundación México Unido
Fuente: http://www.impre.com/salud/2010/2/22/sobreproteger-a-tus-hijos-les--174632-1.html
NUESTROS HIJOS DEBEN SABER PERDER
Un juego, un examen escolar, un deseo... Sería maravilloso contar con la certeza de que nuestros hijos siempre lograrán sus anhelos y de que, de manera constante, dibujarán en sus rostros la emoción de ser ganadores. Pero sabemos que en el mundo real, no funciona así.
A la par con fomentar en ellos un espíritu ganador, es importante ayudarlos a crear una fortaleza emocional que les ayude a enfrentar los momentos de frustración y de derrota. “Nacemos con la capacidad de autocontrol, pero hay que desarrollarla. En la medida en que (los hijos) van creciendo hay que ir trabajándola en su mente con miras a ir fortaleciendo una madurez psicológica”, aclara el Dr. Enrique F. Gelpí Merheb, psicólogo clínico especializado en niños y adolescentes.
Es común que cuando hay situaciones en que no se logra lo que se quiere “ese nivel de frustración los abrume y se ve el llanto, la rabieta, el coraje”, menciona el doctor. “Pero mientras crecemos, esas destrezas sociales van mejorando conforme a la crianza que recibimos”.
Por otro lado, vivimos en una época en que diversos medios masivos promueven mensajes sobre visualizarse siempre como un ganador en la vida. “Creo que el arraigo con todo esto de la competencia, de la visión especializada de lograr tus metas, es muy positivo; entrar en la dinámica de sacar el máximo del ser humano. Pero pienso que se ha ido a un extremo”, observa el psicólogo. Lo ideal es entrar “en un periodo en que haya un balance entre creer en mí y contar con las destrezas interpersonales apropiadas para el manejo de frustraciones”. Es importante “cumplir con unas expectativas para lograr lo que deseamos, pero siendo conscientes de la realidad de que no siempre se logra lo que se quiere”.
El rol de la autoestima
El psicólogo señala que, definitivamente, “la autoestima es clave en que el niño pueda enfrentar la frustración que produce la derrota sin que se convierta en problema (como una depresión, sentirse poco capaz, etc.)”. Del mismo modo, “para que esa autoestima no se afecte, porque en la medida en que (el menor) no sepa manejar la frustración, se puede afectar la autoestima”.
El doctor también menciona que “la adultez es el resultado de todo lo que aprendemos a lo largo de nuestra crianza”. Un niño con una autoestima sólida, seguro de sí mismo, “va a tener mayor capacidad de tolerar mejor y de una manera más positiva la frustración y la competencia”. Esto abarca, incluso, la manera de afrontar una enfermedad.
Gelpí Merheb aclara que “la frustración es una de las emociones más comunes” que, manejada inadecuadamente, puede generar consecuencias negativas. De ahí la importancia de guiar a los hijos a “comprender que es un proceso de vida porque es una probabilidad latente”. Y más que verla como algo negativo, conviene comprender que “el miedo al fracaso siempre va a estar ahí”. Pero debe verse “como una motivación para aprender a manejarlo de una manera excepcional”.
Para citas con el Dr. Enrique F. Gelpí Merheb, llama al 787-726-0184. Para talleres de manejo de conducta difícil con niños y adolescentes, comunícate con Pro-Parents Seminars al 787-645-1781 o escribe a proparents@live.com.
Cómo puedes ayudarlos
Primero, comprende que en un principio serán naturales expresiones de enojo, tristeza y llanto. Esto forma parte del proceso de aprendizaje.
Fomenta en ellos la empatía en el proceso de ganar. Es agradable la celebración del triunfo, pero sin que ello conlleve humillar ni burlarse de los que no lo lograron.
Sé un ejemplo. La manera en que tú, como adulto, manejas el fracaso servirá como modelo a seguir.
Enséñales destrezas para el manejo de conflicto; que comprendan que es un sentimiento natural y normal de todo ser humano.
Ofréceles las oportunidades de competir en todos los aspectos de la vida, y de persistir cuando sea posible.
Fomenta y refuerza una autoestima sólida y positiva, recordándoles los atributos con los que cuentan para trabajar en el logro de sus aspiraciones.
Rosa Escribano / Primera Hora
http://www.primerahora.com/XStatic/primerahora/template/content.aspx?se=bienestar&su=vive_a_tu_manera&id=367017&te=nota#comentarios
COMO ENSEÑAR ETICA A NUESTROS HIJOS
La ética se define como la parte de la filosofía que trata de la moral y las obligaciones del hombre. Asimismo la ética permite una mejor convivencia entre los seres humanos y una manera de relacionarnos con todo lo que nos rodea. Es una parte integral de la formación del ser humano y nos permite vivir con valores.
Resulta importante y muy necesario enseñar a los niños en el seno de la vida familiar y en las escuelas los aspectos éticos y valores que favorezcan una mejor convivencia con la sociedad en la que se desarrollan. La ética resulta entonces una práctica social construida sobre bases axiológicas.
En la enseñanza de la ética no solo se trata de una transmisión de conocimientos sino que tiene que ver con el carácter y actitud de las personas y es por esto que el enseñar ética se torna en una tarea compleja.
Lo que hace de la pediatría una especialidad médica única en que trata con la salud del niño y las dimensiones de la enfermedad física, psicológica y social desde el nacimiento hasta la adolescencia y se tiene que entender como la salud y la enfermedad está relacionada por el medio familiar, las condiciones de vida en la comunidad y la amplia estructura social del país.
En el ejercicio de la pediatría y en la buena práctica de ésta hay un conjunto de principios justos y valores en los cuáles se fundamenta la atención integral (física, emocional y social), estas prácticas permiten a los pacientes conocer lo que pueden esperar de los médicos.
Como pediatras no solo debemos de enfocar nuestra atención médica al niño que presenta problemas en el aspecto físico y/o emocional sino que también debemos poner mucha atención al aspecto social y en este rubro compartir con los padres la enseñanza de los aspectos éticos ya que la ética esta vinculada muy estrechamente a los valores y estos se nutren de cuatro virtudes: prudencia, compasión, integridad y honradez.
En la ética se intenta distinguir entre lo bueno y malo, lo apropiado de lo inapropiado, lo correcto de lo incorrecto, lo debido de lo indebido y lo moralmente bueno de lo moralmente malo. Los primeros años de la vida de un niño son fundamentales para implantar cuidadosamente las semillas de la verdad y atenderlo con diligencia. Para no dejarlos totalmente desamparados para enfrentar los riesgos y peligros cotidianos del mundo. Los padres deben de tomarse el tiempo necesario para enseñar a sus hijos las cosas positivas. En los tiempos actuales los padres están tan ocupados que no tienen tiempo para enseñarle a sus hijos los valores éticos que les ayuden entre otras cosas a desarrollar; el amor al prójimo, respeto, madurez, autocontrol, distinguir lo bueno de lo malo, la no violencia, etc.
No hay que permitir que los niños sean educados por la televisión y los juegos electrónicos ya que estos enseñan y fomentan; la violencia, la muerte, el odio, la traición, la doble vida, la mentira, etc.
La Dra. Michele Broba promueve 10 consejos para criar a un niño con buenas bases éticas:
1 COMPROMETERSE A CRIAR UN NIÑO ÉTICO. Si usted quiere criar a un hijo ético, haga un compromiso personal.
2 SER UN FUERTE EJEMPLO MORAL. Trate de hacer de su vida un ejemplo de los comportamientos correctos y morales para que su hijo vea y aprenda. Los padres son los primeros maestros de los niños y los más poderosos.
3 SABER CUALES SON SUS CREENCIAS Y COMPARTIRLAS. Siempre es bueno dedicar tiempo para pensar en los valores éticos y compartirlos frecuentemente con los hijos y asimismo saber que piensa él.
4 USE LOS MOMENTOS APTOS PARA ENSEÑARLE. Habrá que aprovechar los asuntos éticos ya que le ayudaran a su hijo a desarrollar creencias morales sólidas que guiarán su conducta durante el resto de su vida.
5 USE LA DISCIPLINA COMO UNA LECCIÓN. Ejerciendo una buena disciplina se aprende y se crece moralmente.
6 ESPERAR LA CONDUCTA ÉTICA. El exponer y reforzar los valores morales en casa consistentemente el niño los interioriza y llegan a formar parte de él.
7 REFLEJAR SOBRE LOS EFECTOS DE SU CONDUCTA. Hacerle notar al niño como los efectos de su actuar afecta a los demás.
8 REFORZAR LA CONDUCTA ÉTICA. Cuando el niño tenga un buen comportamiento o realice una buena acción, reconózcalo mencionando lo que hizo bien y porque usted lo aprecia.
9 ESTABLECER UN ÓRDEN DE PRIORIDADES MORALES HOY POR HOY. Los niños aprenden a ser éticos por los buenos actos que realizan. Ayudándole a reconocer el efecto positivo que su acto tiene en el recipiente y esto solo se logra si los padres enfatizan una y otra vez la importancia de las virtudes.
10 INCORPORAR LA REGLA DE ORO. “No hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti”. Le hará pensar en su conducta y en las consecuencias para los demás. Haga que la regla sea la guía moral de su familia.
Si los padres descuidan el enseñar valores éticos a los hijos por estar muy ocupados en sus asuntos entonces no esperen obtener buenos resultados ante una situación en la que no se dispenso el tiempo ni la actitud en realizarlo. Luego vendrán las consecuencias de las malas decisiones de sus hijos y ya no habrá la oportunidad de regresar a la niñez.
Considero que los médicos debemos de orientar a los padres en estos menesteres y no solo vigilar entre otras cosas un buen desarrollo bio-psico-social del niño y a los padres les corresponde sembrar buenos valores a sus hijos cuando estos son niños, dedicándoles tiempo y predicando con el ejemplo ya que esto no es solo una forma de enseñar, es la única. Así en el futuro ellos serán personas seguras de si mismos, tomarán buenas decisiones y formarán familias llenas de amor y de buenos valores.
Fuente: http://conapemeparapadres.blogspot.com/
Autor :Dr. Jorge Adrián Chuck Sepúlveda
Médico Pediatra y Bioeticista
Secretario de la FEPECOME
ABUELOS ¿CRIAN O MALCRIAN?
Es común escuchar que algunos matrimonios se quejan de los cuidados que los abuelos dan a los nietos, pues el consentirlos o tolerarles algunas acciones es una forma de malcriarlos. La clave está en dilucidar si la percepción negativa de los padres sobre los abuelos se debe a celos o si realmente, la permisividad de los abuelos es algo negativo para los chicos.
Ayuda a los padres
Si bien es cierto que algunos abuelos no respetan a sus hijos en el rol de padres, también hay hijos que piensan que los abuelos deben abandonar todo para cuidar a sus niños y otros que no respetan el rol del abuelo.
Las quejas que más se escuchan son: "mi mamá malcría a mi hijo", "le hace comida especial y le deja hacer lo que quiere", "mi papá lo entretiene con juegos cuando tiene que estudiar".
Una consulta frecuente es qué hacer con estos abuelos y si le hace bien a los niños que ellos permitan cosas que los padres prohíben. En mi opinión... sí, les hace bien. Porque en la vida necesitarán una imagen segura que los sostenga y esa será la de sus padres como modelo, pero también tendrán otro aporte: el de esos abuelos con sus mimos, el juego y las historias de la familia.
Los abuelos de hoy son en muchos casos más jóvenes, actualmente trabajan o tiene vida propia con amigos y actividades y también se ocupan de sus nietos y les dan un modelo de vida, ya que la ancianidad no es un espacio de dolor e inactividad encerrado en casa.
Lo que enoja a los padres es que a ellos les toca ser "los malos de la película", porque ponen límites. Mientras que los abuelos permiten el juego y la complicidad de hacer TODO. Pero se olvidan lo tranquilos que están cuando los niños quedan con el cuidado y el amor de los abuelos. También se olvidan que ellos equilibran la cuota de afecto -que a veces los padres con varios hijos y trabajando todo el día no llegan a cubrir- y para eso está la familia.
Los niños reconocen la autoridad de los padres si éstos son firmes y afectuosos y cumplirán las normas de los padres, aunque los abuelos los consientan. En algunos momentos se podrán rebelar o estar más caprichosos. Pero esto es normal, quieren transgredir, salirse con la suya y eso no es malo, forma su personalidad y hay que ver hasta donde se los deja.
Fuente: http://www.univision.com/content/content.jhtml?chid=10&schid=1948&secid=0&cid=2228297
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