Un estudio confirma que la lactancia materna exclusiva durante por lo menos cuatro meses mejora la función pulmonar en la niñez y la adolescencia.
"Nuestros resultados proporcionan información nueva y complementaria sobre la lactancia materna y la función pulmonar a los 10 y 18 años de edad", precisó el doctor Wilfried Karmaus, de la University of South Carolina en Columbia.
En un estudio previo, con su equipo había hallado que prolongar la lactancia materna favorece el funcionamiento pulmonar a los 10 años, aumenta la capacidad vital forzada (CVF) a los 11 y a los 16 años -según la encuesta Tucson Children Respiratory Survey-, y mejora el flujo espiratorio máximo a los 4 y 8 años, según un estudio poblacional sueco.
"Al utilizar los análisis de relaciones pudimos demostrar que el efecto de la lactancia materna se prolonga hasta la adolescencia tardía (18 años)", dijo Karmaus.
Los modelos analíticos de relaciones "consideran los efectos en distintas edades y los relacionan en el tiempo, entonces se pueden detectar vías causales directas e indirectas de la variable de interés (en este caso, la CVF)".
El análisis, publicado en European Respiratory Journal, incluyó a 1.456 pares de madre-hijo de la cohorte de la Isla de Wight, en el Reino Unido. A la mayoría de los niños se les realizaron test de función pulmonar cuando tenían 10 y 18 años de edad. El 49 por ciento de los 808 niños amamantados recibieron leche materna durante por lo menos cuatro meses.
"El resultado principal del estudio fue que el efecto de la lactancia prolongada en la capacidad pulmonar detectada a los 10 años se mantenía a los 18", precisa el equipo.
Sin embargo, la duración de la lactancia tuvo un efecto directo en la CVF a los 10, pero no a los 18 años.
Los resultados de los modelos lineales combinados demostraron que cada semana de lactancia aumentaba 1,48 ml la CVF, tras considerar el género, la edad, el peso al nacer, el peso, el IMC, el IMC materno y los antecedentes maternos de enfermedades atópicas.
La lactancia también estuvo asociada con un mayor volumen espiratorio forzado en 1 segundo (VEF1), pero esa relación desapareció tras considerar el volumen pulmonar.
"Eso sugiere que mientras que la lactancia aumenta la capacidad pulmonar infantil, no influiría en la obstrucción de las vías aéreas, ya que las relaciones VEF1/CVF se mantuvieron sin cambios", señala el equipo.
Como era de esperar, la altura a los 10 años estuvo asociada con la capacidad pulmonar a la misma edad. Por cada centímetro más de altura a los 10 años, se registró un aumento de la CVF a la misma edad.
"Así, los niños más altos tenían una capacidad pulmonar más alta a los 10 años", indica el equipo. La altura a los 18 también elevó la CVF a la misma edad.
"Los resultados sugieren que la lactancia materna favorece el desarrollo pulmonar en la niñez y la adolescencia. Mientras que es posible que el efecto de la lactancia materna en el volumen pulmonar desaparezca en los adultos jóvenes", escribe el equipo.
Los autores opinan que se necesitan más estudios para determinar el mecanismo exacto por el que la lactancia materna influye en la función pulmonar.