Anime a toda la familia a desarrollar hábitos de alimentación saludable y actividad física. Beneficia a todos y no aísla al niño con sobrepeso.
No ponga a su hijo en una dieta para perder peso a menos que un profesional de la salud le diga que lo haga.
Apoye a su hijo
■Déjele saber que usted lo ama, que para usted es importante y especial. Con frecuencia lo que sienten o piensan los niños de sí mismos está basado en lo que se imaginan que los padres piensan de ellos.
■Acéptelo sin importar su peso. Es más probable que un niño se acepte y tenga autoestima cuando los padres lo aceptan tal como es.
■Escuche cualquier ansiedad o preocupación que tenga su niño con relación a su peso. Un niño con problemas de peso generalmente sabe mejor que nadie que tiene un problema. Necesita apoyo, comprensión y aliento de sus padres.
Fomente hábitos de alimentación saludable
■Compre y sirva más frutas y vegetales (frescos, congelados, enlatados o secos). Déjele a su hijo escoger cuáles quiere en el mercado. Escoja fruta sin azúcar añadida y vegetales sin sal o grasas añadidas.
■Para las meriendas, compre menos bebidas con mucha azúcar, como sodas, y menos bocaditos (“snacks”) altos en calorías y en grasas como papitas fritas, galletas y dulces o caramelos. Puede darles estos productos de vez en cuando, pero siempre mantenga bocaditos saludables a mano y ofrézcalos más a menudo.
■Asegúrese de que su hijo desayune todos los días. El desayuno le da la energía que necesita para aprender en la escuela. Si no desayuna, puede sentirse hambriento y cansado, y tal vez busque alimentos menos saludables durante el día.
■Evite las comidas rápidas. Cuando visite un restaurante de comida rápida, anime a su familia a que escoja las opciones más saludables, como las ensaladas con aderezo bajo en grasa o sándwiches pequeños sin mayonesa.
■Ofrézcale a su hijo agua o leche baja en grasa o sin grasa más a menudo en vez de jugo de fruta. La leche o los productos de leche bajos en grasa son importantes para el desarrollo de su hijo. El jugo de fruta totalmente natural sin azúcar u otros aditivos es saludable, pero tiene muchas calorías y se tiene que tomar en moderación.
■Limite la cantidad de grasa saturada o grasa trans en la dieta de su familia. Es mejor obtener la mayoría de las grasas de fuentes saludables como el pescado, los aceites vegetales, las nueces y las semillas.
■Planifique las comidas de forma saludable y procure comer juntos en familia. Comer juntos ayuda a los niños a aprender a disfrutar de una variedad de alimentos.
■No se desanime si su hijo no come una comida nueva la primera vez que la sirve. Algunos niños necesitan que se les sirva una comida nueva unas diez veces antes de que la coman.
■Intente no usar los alimentos que le gustan como premios cuando esté tratando de que su hijo coma algo saludable. Por ejemplo, si le promete a su hijo darle un postre rico si come sus vegetales, le está enviando un mensaje de que los vegetales son menos valiosos que el postre. Los niños aprenden a rechazar los alimentos que consideran menos valiosos.
■Comience con porciones pequeñas y deje que su hijo le pida más si aún tiene hambre. Es su responsabilidad darle a su hijo alimentos saludables a la hora de las comidas y la merienda, pero déjele a su niño escoger cuánto quiere comer.
■Esté consciente de que las propagandas para muchos alimentos con alto contenido de azúcar o de grasa están dirigidas a los niños. Generalmente estos productos están asociados con personajes de los dibujos animados, ofrecen juguetes gratis y vienen en envases coloridos. Converse con su hijo sobre la importancia de las frutas, vegetales, granos enteros y otros alimentos saludables, aun si no los ven anunciados en la televisión o en las tiendas.
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