LA AGRESIVIDAD INFANTIL PODRIA SER CAUSADA POR UN PARTO DIFICIL

Un estudio científico Chino afirma que los bebes que sufren un parto difícil y nacen con fórceps tienen más posibilidades de desarrollar problemas como la agresividad durante la infancia que los que nacen mediante cesárea, según un estudio realizado en China.

Los investigadores creen que los problemas de comportamiento pueden estar vinculados a altos niveles de cortisona, una hormona que el cuerpo produce durante un parto difícil y estresante.

“La asociación entre el modo de alumbramiento y posterior psicopatología infantil está relacionada posiblemente con la respuesta de la cortisona”, escribieron expertos en un artículo publicado el miércoles en BJOG: An International Journal of Obstetrics and Gynaecology.

Anteriores estudios han concluido que los niveles de cortisona en la sangre del cordón umbilical son menores en los niños nacidos mediante una cesárea programada, seguidos por los del parto vaginal espontáneo.

Los niveles más altos de cortisona se hallaron en los nacidos mediante parto vaginal asistido utilizando fórceps o extracción con ventosa.

“Los niveles de cortisona se han vinculado a psicopatología infantil, aunque se siguen necesitando más estudios para estudiar esto con más detalle”, indicaron los científicos, liderados por el profesor Jianmeng Liu, vicedirector del Instituto de Salud Reproductiva e Infantil del Centro de Ciencia de la Salud de la Universidad de Pekín.

El estudio implicó a 4.190 niños que nacieron en las provincias meridionales chinas de Zhejiang y Jiangsu, y fueron examinados a la edad de 4 y 6 años por problemas como ser retraídos, estar ansiosos o deprimidos, tener dificultades de atención y comportamiento delincuente y agresivo.

Este tipo de problemas eran menores en niños nacidos mediante cesárea y mayores en los nacidos mediante partos instrumentales con fórceps y ventosa, dijeron los investigadores.

Las cesáreas están incrementándose en China, sobre todo en las zonas del sur más ricas, donde las tasas han crecido al 56 por ciento en 2006 desde el 22 por ciento en 1994.

El parto por cesárea a pedido de la madre es un factor importante para esta tendencia. Supuso el 3,6 por ciento de todas las cesáreas en 1994 y el 36 por ciento en el 2006 en el sureste de China.

Según El Comercio

LA DEPRESION POSTPARTO Y SU INFLUENCIA EN EL BEBÉ

Detectar casos tempranos de depresión posparto en la madre es fundamental para evitar que el bebé se vea afectado en su desarrollo cognitivo, emocional y social.

Hace 18 años, Laura tuvo a su primer hijo. Después de ese nacimiento, no quiso saber más nada con volver a quedar embarazada. "Nunca más paso por eso, no soy capaz. Esa sensación de ser madre, de necesidad biológica que tuve, nunca más apareció", relata. Laura tuvo depresión posparto, una enfermedad que padece entre 10% y 20% de las mujeres, y que, incluso, puede afectar a los padres.

De todas formas, el más perjudicado por la depresión de la madre es el bebé, ya que el vínculo temprano con la madre es fundamental para su desarrollo social, emocional e intelectual.

Esta semana, la Academia Estadounidense de Pediatría publicó una recomendación que señala que los pediatras deberían revisar continuamente a las madres de recién nacidos para detectar posibles síntomas de depresión.

De acuerdo al artículo, publicado en la revista Pediatrics, diversas investigaciones demuestran retrasos en las capacidades de los bebés de madres que sufren depresión.

"La depresión posparto conlleva altos costos para la atención médica, atención médica inapropiada, abuso infantil y negligencia, interrupción del amamantamiento, disfunción familiar y afecta de manera adversa el temprano desarrollo del cerebro (del bebé)", señala el artículo.

"El bebé fue querido. Yo estaba casada. El asunto es que después era terrible la sensación de sufrimiento, era mortal, parecía que hubiera matado a alguien. Hay explicaciones de todo tipo y color, pero el asunto es que el sufrimiento no te lo sacás, o sea, no había manera", recuerda Laura.

SÍNTOMAS. Entre el tercer y quinto día después del parto, la madre puede sufrir lo que se llama tristeza de la maternidad. Afecta a entre 50% y 80% de las madres y sus síntomas son tristeza, irritabilidad y ansiedad. No es considerada una enfermedad y desaparece, so-la, a la semana.

Luego, los profesionales reconocen un segundo nivel, la depresión, que afecta a entre 10% y 20% de las madres, principalmente primerizas.

Sus síntomas: irritabilidad, ansiedad, aparición de sentimiento de culpa con respecto al niño y de incapacidad para cuidarlo. No aparece hasta los diez días luego del parto y se puede tratar con terapia o antidepresivos.

Fue el caso de Laura: "Vivía llorando y no me podía mover. La psicóloga vivía cerca y venía a casa porque yo no tenía ganas de levantarme. Por supuesto que al bebé lo atendía, pero yo tenía miedo de que se me fuera a morir porque no lo podía cuidar, por ser ineficaz. No me arrepentía, pero pensaba `¿qué hice?`. Fue como un crimen. Yo lo pensaba así, que había hecho algo que no estaba bien".

Otros casos pueden derivar en rechazo u odio de la madre hacia el bebé, lo que puede generar abuso físico e infanticidio por rechazo u odio. Necesitan psicoterapia, medicación y, a veces, internación.

Impactos. El informe de la Academia Estadounidense de Pediatría señala que "las consecuencias de la depresión de la madre incluye efectos negativos en el desarrollo cognitivo, en el desarrollo social y emocional, y en el comportamiento del niño. La adquisición de lenguaje depende del número de palabras usadas por la familia, del juego, el entretenimiento y las caricias, que ocurren con menos frecuencia en la familia de una madre depresiva".

Una de las formas que los profesionales de la salud poseen para detectar posibles casos de depresión es mediante el Test de Edimburgo. Consiste en veinte preguntas que las propias usuarias pueden responder en cinco minutos. Su puntaje máximo es 20. Por encima de los 12 significa que la persona tiene riesgo elevado de estar sufriendo depresión, aunque no es diagnóstico. Por ejemplo, una de las preguntas es: "He sentido miedo o he estado asustadiza sin tener motivo: bastante, a veces, no mucho, nunca".

Mariela Servetto, gerenta de los Centros Materno Infantil del Banco de Previsión Social (BPS), explica que en dichos centros el test se aplica a todas las madres durante el puerperio.

Puede ser una enfermera, un pediatra, un psicólogo o incluso el "funcionario de mesa de entrada" de cada centro el que entregue el formulario: "Cuando el psicólogo ve que hay alguien que está por encima del punto de corte, lo cita para una entrevista en la que valora la existencia o no de depresión puerperal. Si se confirma, se trabaja sobre el vínculo porque lo que se pretende es mejorar el sentimiento de la madre respecto a su bebé", explica.

Gustavo Giachetto, director del Programa Nacional de Atención a la Niñez, del Ministerio de Salud Pública (MSP), informó a El País que si bien no existen guías específicas sobre cómo actuar ante un posible caso de riesgo de depresión, el modelo de atención a este tipo de pacientes "forma parte del accionar médico tradicional".

Y agregó: "Nosotros evaluamos la salud mental como un componente más de la atención integral. Cuando evalúan a un niño en la consulta, los pediatras hacen lo que se llama la historia clínica que incluye evaluaciones dirigidas específicamente a niños pero también al núcleo familiar".

La psiquiatra Fabiana Azambuya, por su parte, especialista en el tema, explica: "¿Por qué los pediatras americanos dicen eso? Porque las consecuencias de la depresión posparto no solamente se ven en lo inmediato, en la generación del vínculo o mal apego, sino también a largo plazo se han determinado trastornos en el aprendizaje, de conducta, mayor riesgo de separación en las familias. A los cinco años del niño, empezás a mirar para atrás y te das cuenta que ese niño no estuvo motivado, no tuvo un buen vínculo con la madre porque la madre se deprimió, entonces es empezar a tratar no sólo el sufrimiento de la mujer, también a la familia, y al hijo".

Respecto a las consecuencias sobre la futura capacidad del niño para sociabilizar, Azambuya dice: "El primer vínculo es el que te determina y si estuvo mal constituido porque la madre no pudo estar presente en su total capacidad, entonces ese vínculo, que llaman apego, no se pudo formar bien".

ASPECTOS CLAVES

La depresión posparto :

Afecta a entre 10% y 20% de las madres, principalmente primerizas. Sus síntomas son irritabilidad, ansiedad, aparición del sentimiento de culpa respecto al niño y de incapacidad para cuidarlo. No aparece hasta los diez días luego del parto. Se puede tratar con terapia o antidepresivos.

Consecuencias en el bebé :

Afecta al desarrollo cognitivo, emocional y social del futuro niño. También se ve afectado el desarrollo temprano del cerebro, como la migración neuronal o la formación de sinapsis, que dependen de factores genéticos pero también del entorno.

Fuente: El pais

Como evitar el dolor de cabeza en los niños

El dolor de cabeza es uno de los 'males' más frecuentes en la vida diaria de grandes y pequeños, aunque no afecta a todos por igual: desde los bebés lactantes, en cuyo caso las cefaleas son muy difíciles de identificar, hasta los 'peques' de entre 7 y 15 años, que manifiestan este tipo de dolencias de manera recurrente, las consecuencias y efectos pueden variar en cada caso, dependiendo de la frecuencia en intensidad del dolor.

El índice de pequeños que sufren de cefaleas es, pues, elevado: hasta el 96 por ciento de los niños han padecido algún episodio antes de cumplir los 14. Al menos estos son los datos que arroja el último congreso nacional llevado a cabo por la Sociedad Española de Pediatría, y que alerta sobre todo del impacto que estos episodios tienen en la calidad de vida de los niños: desde reducir su participación en las actividades sociales, hasta afectar al rendimiento escolar (la tasa de absentismo es de casi 8 días al año frente a los menos de 4 cuando no hay dolores de cabeza frecuentes), o incrementar los trastornos psicosomáticos durante la infancia, hacen necesaria la intervención del pediatra, ya sea para elaborar un seguimiento del dolor, o para recetar el uso puntual de analgésicos en los casos que sea necesario.

Este tipo de consultas suele ir acompañado, además, de una preocupación 'extra', casi siempre relacionada con el paralelismo que los papás establecen entre la cefalea y sus posibles causas: cuando los dolores de cabeza son fuertes o muy frecuentes, los padres tienden a relacionarlas con otras enfermedades más graves, como la epilepsia o los accidentes vasculares. Sin embargo, y para tranquilidad de los mayores, en la gran mayoría de casos la cefalea no es un síntoma de 'algo peor', sino una afección en sí misma, casi siempre diagnosticada como 'cefalea tensional', y que, como su propio nombre indica, se origina como consecuencia de la tensión y el estrés al que están sometidos los niños.

Por eso, y como medida preventiva, los médicos recomiendan seguir de cerca las actividades diarias y hábito de vida de los pequeños: comer sano, realizar ejercicio y no someterles a jornadas 'maratonianas' de actividades tras un duro día de 'cole' pueden ser claves para deshacerse del dolor de cabeza infantil, como por arte de magia.

Según: Hola

Mala alimentación del padre afecta la salud de sus hijos

Cuidar nuestra alimentación no nos libra de desarrollar una diabetes tipo 2 si nuestro padre se excedió con las grasas. Una investigación australiana ha demostrado que la mala dieta del padre puede afectar a la salud de su descendencia. Al menos, eso es lo que ocurre con ratas alimentadas con una comida hipercalórica y rica en grasas.

Más allá de la curiosidad científica, el experimento es la primera demostración directa de que un factor no genético, como es la alimentación, se puede transmitir a los hijos. Y también es una explicación más a la creciente epidemia de obesidad que sufre el mundo desarrollado. Los científicos de la Universidad de Nueva Gales, en Sidney, sólo han demostrado esta transmisión de padres a hijas, aunque la autora principal, Margaret Morris, cree que el riesgo sería el mismo con hijos varones. La investigación se detalla en la revista «Nature».

Hasta ahora se sabía que los padres obesos o diabéticos tenían más posibilidades de concebir niños con una mayor predisposición a engordar o con problemas para mantener a raya su glucosa. Bien por un mayor riesgo genético o por una inadecuada dieta de la madre durante la gestación. Lo que ahora se plantea es que los pecadillos de alimentación del padre antes de la concepción pueden afectar a generaciones posteriores. En términos científicos esta posibilidad se denomina herencia fenotípica.

Daños en el esperma

Para probarlo el equipo de la Universidad de Nueva Gales alimentó a ratas macho con comida rica en grasas. Rápidamente engordaron y empezaron a desarrollar una intolerancia a la glucosa. Después las aparearon con ratas sanas, sin sobrepeso y alimentadas con una dieta equilibrada. Los mismos problemas del padre se reprodujeron en las crías hembras. La descendencia femenina rápidamente empezó a tener problemas de intolerancia a la glucosa que empeoraron con el tiempo, aunque no engordaron.

La explicación que ofrecen los investigadores es que los estilos de vida del padre pueden afectar al desarrollo de sus espermatozoides y a la composición del líquido seminal. La comida rica en grasa eleva la temperatura testicular y, además, daña las células germinales masculinas.
 

Expulsan de guarderia a un niño de 3 años por sobrepeso

La corta vida de Xiao Hao es un tormento. Este niño chino pesa cinco veces lo que un niño de su edad (tres años) y su sobrepeso le está provocando problemas para encontrar una guardería. El problema es que el personal de varias guarderías le ha denegado su inscripción porque pensaba que su tamaño representa un riesgo para los compañeros de clase.

SU MADRE PIDE AYUDA A LOS MÉDICOS

Tras buscar en muchos centros, parece ser que hay una escuela en Guangzhou, al sur de China, que sí estaría dispuesta a acoger al niño, y su madre Xiao Lin ha pedido a los médicos que le ayuden a perder peso. "Él cree que no hay nada malo en ser grande y le gusta jugar. Lo llevo a natación para que haga ejercicio, pero también en la piscina tenemos problemas por su sobrepeso porque no encontramos flotadores de su tamaño", señaló.

Parece ser que el peso del niño se ha disparado como el resultado de un trastorno de la hormona del crecimiento. Otros dicen que es una víctima del síndrome de China 'Little Emperador', donde a las familias se les permite sólo un hijo y en muchos casos está demasiado mimado y se les permite todo.

ELIGIO MORIR PARA QUE SU HIJO NAZCA

Estados Unidos. Donna Blanks, de 32 años, tenía un sueño, y era traer al mundo a una criatura aunque tuviera que morir para hacerlo.

Blanks padecía de graves problemas renales y llevaba trece años intentado tener un hijo.

Cuando por fin logró quedar embarazada, los médicos le alertaron que su enfermedad era incompatible con el embarazo y tenía que elegir entre su propia vida o la de su hijo.

La futura madre optó por continuar con la gestación y cumplir su sueño de ser madre a pesar de que sabía que pagaría con su vida.

Luego de trece meses después de dar a luz, la mujer falleció y el bebé crece, sin su mamá, pero con el amor y el cariño de su padre.

Según: generaccion

VACUNA ANTIGRIPAL DURANTE EL EMBARAZO BENEFICIARIA AL BEBÉ

CHICAGO (Reuters) - Los bebés recién nacidos cuyas madres recibieron la vacuna contra la gripe durante el embarazo son menos propensos a contraer influenza o a ingresar a un hospital con una enfermedad respiratoria en los primeros seis meses de vida, informaron investigadores de Estados Unidos.

Durante la mayoría de las temporadas de gripe, los bebés menores de 6 meses suelen tener menos casos de influenza que los que tienen entre 6 y 12 meses, mayormente porque están protegidos por los anticuerpos recibidos naturalmente a través de sus mamás.

No obstante, en las temporadas severas de gripe, como la de la influenza pandémica del 2009, estos niños más pequeños, que son demasiado chicos para recibir la vacuna, son más propensos a ser hospitalizados y a morir a causa del virus comparados con los bebés mayores.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) han recomendado por años la vacunación contra la gripe estacional a las embarazadas, pero el estudio se suma a otra investigación que muestra que los recién nacidos también se benefician con esta inmunización.

La investigadora Angelia Eick, anteriormente de la Johns Hopkins University y actualmente del Centro de Control de la Salud de las Fuerzas Armadas en Maryland, quería ver si aplicar la vacuna contra la gripe a mujeres embarazadas podía aumentar la protección para los bebés menores de 6 meses.

Eick y colegas estudiaron a niños de reservas aborígenes estadounidenses que son más propensos a las infecciones respiratorias agudas que la población general.

El equipo estudió a 1.160 pares de mamás y bebés durante tres temporadas de influenza. Las madres y los niños brindaron muestras de sangre antes y después de cada temporada y se les controlaron los síntomas de gripe.

En la temporada de influenza que siguió al nacimiento de los niños, los bebés cuyas madres habían sido vacunadas eran un 41 por ciento menos propensos a tener una infección por gripe confirmada por laboratorio y un 39 por ciento menos proclives a ser hospitalizados por una enfermedad afín.

Los autores también hallaron que los bebés de las mamás que se habían inmunizado presentaban mayores niveles de anticuerpos al nacer y a los 2 a 3 meses de edad, comparado con los niños cuyas mamás no habían recibido la vacuna contra la influenza.

"A pesar de que la vacunación contra la gripe se recomienda a las embarazadas para reducir su riesgo de complicaciones por influenza, estos resultados brindan respaldo al beneficio adicional de protección a los bebés contra la infección por el virus de la gripe hasta los 6 meses", escribió el equipo de Eick en Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine.

Los resultados son particularmente importantes ante lo sucedido en el 2009 con la cepa pandémica H1N1, que afectó especialmente a las embarazadas y bebés pequeños, añadieron los autores. Las vacunas actuales contra la influenza protegen del virus H1N1, así como también de otras dos cepas de la gripe.

Según Reuters Health

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