Cuando el cuerpo activa sus defensas contra los gérmenes sube la temperatura corporal, por tanto, la fiebre no es enemiga, sino nuestro aliada, y lo importante no es reducirla, sino averiguar por qué se produce, según el sitio guiainfantil.com
Para determinar cuál es la causa que produce la fiebre es imprescindible observar los síntomas que presenta el niño. Generalmente, la fiebre aparece en los niños por dolencias leves como infecciones de las vías respiratorias (resfriados, gripe, faringitis), del aparato digestivo (gastroenteritis, deshidratación).
La temperatura de la fiebre y sus diferencias en los niños
La fiebre se detecta mediante un termómetro de mercurio que se coloca bien en la axila o en el recto. Actualmente, también existen termómetros digitales que toman la temperatura al niño en la axila o en la frente. En cualquier caso, debemos tener en cuenta que el niño está febril cuando la temperatura en la axila supera los 37.5 ºC o los 38 ºC en el recto. Hasta los 39 ºC la fiebre se considera moderada y a partir de los 39 ºC hablamos de fiebre alta.
Cuando la temperatura es superior a 40 ºC o se produce un cambio brusco de la temperatura corporal en el niño, puede sufrir convulsiones. Por otra parte, la baja temperatura no tiene importancia salvo en los recién nacidos.
La fiebre de menos de 38 ºC en niños y bebés
No es recomendable bajar la fiebre cuando no sobrepasa los 38 ºC, ya que supone una defensa corporal para el niño que el ayuda a combatir la infección. Si el niño se encuentra bien, a pesar de la fiebre, no debemos usar medicamentos antitérmicos. En el caso de que se encuentre mal, se puede usar paracetamol y cuando estemos en casa conviene ofrecerle con frecuencia líquidos (agua, caldo o bebidas azucaradas) y quitarle la ropa de abrigo.
La fiebre por encima de 38 ºC en niños y bebés
No hay que alarmarse porque hasta los 39 ºC se considera moderada. En este caso, conviene administrar al niño la dosis adecuada de paracetamol o ibuprofeno, continuar con la administración de líquidos y bañar al niño llenando con agua templada un tercio de la bañera. El baño debe durar unos 30 minutos, mientras le mojamos con una esponja suave empapada en agua, hasta comprobar que la temperatura sea inferior a 38,9 ºC.
¿Cuándo es necesario bajar la fiebre de los niños?
Es obligatorio bajar la fiebre cuando supere los 40 ºC en los niños y los 39 o 39,5 ºC en los lactantes. Cuando la temperatura supera los 41 ºC o los 40 ºC en menores de 3 meses, es urgente reducir la temperatura. Y además, en general, se deben usar medicamentos antitérmicos cuando el niño presente además de fiebre, cefalea acusada (dolor de cabeza), dolor en las articulaciones o molestias fuertes.
Para bajar la fiebre alta resulta efectivo poner compresas de agua a temperatura ambiente, nunca heladas, sobre la frente o el cuerpo del niño, bañar al niño en agua templada y desabrigarlo.
¿Llevamos al niño al pediatra o a urgencias?
Cuando el niño presenta fiebre alta siempre es preciso llevarle al pediatra, pero debemos acudir a Urgencias cuando veamos que el niño respira con dificultad, ha tenido convulsiones, está muy decaído, adormilado o irritable, o presenta manchas en la piel.
Via PrensaLibre
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