CONSEJOS PARA VIAJAR CON TU PEQUEÑO EN AVION

Estás entrampado en un estrecho tubo metálico con cientos de extraños por horas, cuando invariablemente sucede: un bebé empieza a llorar y la presión arterial de los pasajeros parece elevarse junto con los decibeles del llanto.


El tema de los bebés llorones y los niños incontrolables en los vuelos es recurrente entre los viajeros. Muchos dicen que les desesperan los padres que no hacen nada por callar o controlar a sus hijos, mientras otros piensan que los pasajeros deben ser más comprensivos y pacientes.

La sección de comentarios de una historia publicada recientemente en CNN.com, acerca de un pasajero que fue echado de un vuelo por su mal olor, derivó en una acalorada discusión acerca de los niños en el avión.

“Los bebés deberían estar prohibidos en los aviones, cines, restaurantes y cualquier otro lugar público. El resto del mundo no cree que tu bebé es tan lindo como tu piensas”, escribió un usuario de ese portal.

Otro replicó: “¿Cómo esperan que visitemos a nuestras familias en otros países sin volar? Los audífonos son suficientes para bloquear a un bebé llorando”.

Algunos usuarios sugirieron que las aerolíneas pongan áreas para familias con bebés, y otra exclusiva para adultos.

El equilibrio de los expertos

El hecho es que, si vuelas en aerolíneas comerciales, encontrarás niños y bebés. Algunos de ellos hacen notar su presencia, especialmente en vuelos prolongados.

“La única forma que tienen los bebés de comunicarse es llorando, porque aun no hablan; y el llanto puede significar muchas cosas: ‘tengo hambre’, ‘necesito que me cambien’, ‘estoy aburrido’, ‘tengo frío’, ‘tengo calor’”, afirma la pediatra Jennifer Shu, colaboradora de CNN.com.

Otro problema es el dolor de oídos resultado de la despresurización del avión. Los bebés no son más propensos a ello que los adultos, pero éstos pueden ‘destapar’ sus oídos, los bebés no pueden hacer otra cosa más que llorar.

Los padres deben recordar que cuando viajan con su bebé, es su responsabilidad vigilar que su comportamiento no afecte a otras personas, afirma la doctora Susan Bartell, psicóloga especializada en paternidad y autora del libro Las 50 preguntas que más hacen los niños.

Los otros pasajeros no tienen por qué estar sujetos al llanto de tu hijo, y no es algo que deban soportar. No pueden irse de allí”, señala la especialista.

“Asi que, si vuelas con tu bebé, deberás levantarte a caminar con él, pasear por el avión y asegurarte de que siempre tenga una mamila. Puede que termines exhausto, que no sea un gran vuelo para ti, pero es tu deber como padre”, señala Bartell.

Los expertos ofrecen algunos consejos para padres y otros pasajeros.


Para los padres de bebés:

Si el bebé se irrita por la despresurización, dele una mamila o chupón al despegar o aterrizar, sugiere Shu.

Si tiene la posibilidad (económica), cómprele un asiento en lugar de sostenerlo en sus piernas. Es más seguro y tendrá mayor espacio.

Esté preparado. Tenga a mano todo lo que necesitará para mantener a un bebé contento, como juguetes y ropa para cambiarlo, y esté listo para arrullarlo o pasearlo por el avión si llora, advierte Bartell.

Haga su mejor intento por mantenerlo callado. "Si los demás notan su esfuerzo -aunque no lo logre-, al menos sentirán que estás intentándolo y serán más comprensivos”, agrega la especialista.

Para los padres con niños mayores

Mantenga a los niños distraídos con libros y juguetes que no hayan visto antes, dice Shu, o cargue con un regalo que pueda abrir cada dos horas, según lo largo del vuelo.

Los reproductores portátiles de música y video pueden hacer maravillas.

Hable con sus hijos sobre tu conducta en el avión antes de subir en él, y ofrezca un castigo o recompensa, dependiendo del comportamiento.

Para los otros pasajeros:

Si hay un bebé llorando y los padres no hacen nada, pida a un sobrecargo que hable con ellos, sugiere Bartell. No intente decírselos directamente porque suelen atender mejor una petición de un empleado.

Si un niño patea su asiento, intente ignorarlo una vez, pues podría detenerse pronto, aconseja Shu. Si sigue, pida amablemente a los padres que lo hagan detenerse.

Las miradas de molestia dirigidas a los padres no siempre funcionan. “A veces los padres son indiferentes y eso no les importará”, afirma Bartell.

De a los padres el beneficio de la duda. La doctora Shu, quien viajó con su hijo en avión muchas veces cuando era niño, esperaba el rechazo de los otros pasajeros al abordar, pero “a veces el niño se porta bien durante todo el vuelo y los pasajeros se muestran muy aliviados”, afirma. Puede que no sea tan malo como crees”.

Fuente: http://www.cnnmexico.com/salud/2010/03/17/como-lidiar-con-los-ninos-y-bebes-en-un-avion 

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