Hasta en cuatro años se puede adelantar la regla en las niñas obesas, según un estudio realizado por el Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Obesidad y Nutrición (Ciberobn) de España.
De acuerdo a los estudios que se han desarrollado hasta ahora, desde el punto de vista fisiológico, la pubertad se inicia con el aumento de la secreción de la hormona hipotalámica GnRH que, a su vez, origina una reacción en cadena de mensajes químicos que promueven el desarrollo de los testículos y ovarios, aumentando la producción de las hormonas sexuales responsables de los cambios físicos y síquicos. Sin embargo, se ha demostrado que a mayor masa corporal en el período infantil (mayor cantidad de grasa en el cuerpo), se acelera este proceso biológico. Un estudio, realizado por investigadores de este centro, señaló que en modelos animales (ratas y ratones) el mecanismo fisiopatológico por el que un aumento excesivo de peso precipitaría la primera regla.
En este contexto, y según explicó el profesor Manuel Tena, jefe del grupo que llevó adelante este estudio, las kisspeptinas, unas hormonas producidas por el hipotálamo y la placenta y que en un comienzo fueron identificadas como supresores de la metástasis tumoral, juegan un papel fundamental en la función y desarrollo del sistema reproductor. Ellas están directamente relacionadas con la regulación de factores clave en el control de la pubertad y la fertilidad, de hecho, en animales y humanos la ausencia de kisspeptinas los hace sexualmente inmaduros e infértiles. Así, si existe un menor nivel de estas hormonas, la pubertad en las niñas obesas se podría retrasar.
Hasta el momento, las investigaciones en esta línea están en modelos preclínicos, pero sugieren que la manipulación farmacológica de las kisspeptinas podrían incluso utilizarse en tratamientos contra la infertilidad.
IMPORTANCIA DE LA DIETA
Karen Cruz, nutricionista de la Universidad Andrés Bello (UNAB), explicó a La Nación que no hay un estudio determinante que digan que el aumento de grasa corporal tenga relación con la menarquia, pero en la práctica clínica, es habitual que las niñas con sobrepeso u obesas, lleguen antes a la pubertad que el resto de las menores. “Se sabe que los estrógenos están formados de grasas, por lo que si hay mayor grasa en el cuerpo hay más estrógenos y se adelanta la menarquia. En la consulta yo he visto casos de niñas de nueve años que ya tuvieron su menarquia”, indicó la profesional.
Esta misma relación con los estrógenos se da con las mujeres con sobrepeso que viven la menopausia, sin sufrir tanto con los bochornos y mareos. En las niñas deportistas o bailarinas, la menarquia se retrasa considerablemente, porque en ellas el porcentaje de grasa es mínimo, ejemplificó.
En término de consumo de calorías diarias, la nutricionista recalcó que la ingesta dependerá del grado de actividad física que el menor desarrolle. Así, la dieta diaria puede variar entre las 1.200 (si es sedentario) y las 1.800 calorías (si es deportista).
“Las normas del Ministerio de Salud recomiendan de dos a tres porciones de lácteos semidescremados al día, tres porciones de frutas, dos de verduras y una de carnes magras. Harta agua y evitar los snacks, bebidas y alimentos envasados”, recordó Cruz.
En la etapa de la pubertad, ocurre el último gran crecimiento de las niñas. Si antes llega la menarquia se acorta el tiempo de crecimiento, “quedan con una baja estatura, están propensas a tener diabetes gestacional cuando se embaracen, un parto prematuro en el futuro, de ahí la importancia de prevenir la obesidad en ellas”, enfatizó la profesional.
1.200 calorías como promedio debe consumir al día una niña si tiene hábitos sedentarios y 1.800 calorías si es deportista.
Fuente: http://lanacion.cl/
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